Los organizadores del campeonato de biatlón de 2005 en Hochfilzen (Tirol) querían aprovechar el evento para fomentar el turismo en la nieve de los alpes de Kitzbühel entre los visitantes procedentes de todo el mundo. A tal efecto, el objetivo era que el „Biatrón“, un mundo futurista de nieve y hielo, hechizase a los visitantes con su encanto.
Un elemento destacado en este sentido del recinto enmarcado por muros de nieve de tres metros de altura, fue la cúpula iluminada que fue realizada por System 180. Con 20 metros de diámetro y 14 de altura, la „bola de nieve“ más grande del mundo, servía de albergue a un centro de información y de eventos de varias plantas. Con objeto de optimizar el almacenamiento térmico se utilizó, además de la funda exterior, una membrana interior. La luces instaladas en ese espacio intermedio sirvieron para generar efectos luminosos impresionantes, a la vez que proporcionar algunos momentos mágicos en medio de ese mundo encantado de hielo y nieve al cual aportamos también otras cúpulas más pequeñas cubiertas de hielo y nieve.