Junto con la mina de carbón de la unión aduanera (Zeche Zollverein), fue declarada también la antigua coquería en 2001 patrimonio universal de la humanidad por parte de la UNESCO. Tras el cese del funcionamiento de la mina y la coquería en el año 1986, comenzó en los años 90 un proceso de conversión de ambas instalaciones industriales en un espectacular centro de exposiciones y eventos.
Con motivo de la celebración de la exposición „Sonne, Mond und Sterne“ („Sol, luna y estrellas“), fue posible un replanteamiento del uso de las instalaciones por medio de cambios radicales bajo la dirección del profesor Jürg Steiner. Fue él el creador de toda una nueva serie de túneles que atraviesan los gruesos muros de hormigón. Cinco de las plantas de la coquería fueron conectadas entre sí por medio de escaleras que discurren junto a las imponentes tolvas de carbón.
El elemento más destacado de la instalación lo constituye una escalera curvada de System 180, que pende por completo de unos cables de acero. Junto con el nuevo sistema de túneles se crearon también un bar y una cubierta temporal en el área exterior de la coquería, que proporcionaba a los visitantes sombra y resguardo de la lluvia bajo sus curvadas vigas de soporte. La exposición contó en los dos primeros años con más de 300.000 visitantes que cimentaron el éxito de las nuevas instalaciones.
15 años más tarde, System 180 volvió a repetir la experiencia, al hacerse cargo de la exposición «1914 – Mitten in Europa» („1914 – En medio de Europa“), concebida como recordatorio de la primera guerra mundial, encargándose de poner en escena la presentación de importantes bienes históricos. Con esta finalidad, se crearon una vitrina, que alberga en su interior un cañón de 2,5 toneladas, y un expositor para piezas más pequeñas, así como diferentes tablones para exponer escrituras y fotos, construidos todos ellos con estructuras de System 180.